Tengo esta escalera, para escaparme de tu laberinto ondulado
Que iniciándose en tus caderas
Se adormece en tus pechos
Pero no tengo las piernas.
Tengo un acróbata delirante y ebrio
Pero ferozmente amarrado.
Tengo este reloj, me marca la hora puntual
Y la sombra de las estaciones,
Pero siempre llego tarde, como primer beso a la amada
Y el ultimo verso al poema.
Tengo la izquierda intacta, resguardando los sueños,
La bronca hambrienta de mis hermanos.
Tengo la derecha temblorosa, por los pasos firmes
De los bien amantes y mal amados.
Tengo dunas en mi garganta, pero el bebedero
Donde bebía la utopía fue cercado.
Tengo este odio y el fusil cargado
Pero el lobo se vistió de cordero.
Tengo una jaula de puertas abiertas
sábado, 29 de mayo de 2010
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